Parece mentira lo que avanza la tecnología móvil, hace solamente 7 años que admirábamos los primeros teléfonos táctiles y en pocos meses tendremos gafas inteligentes.
Desde la aparición del primer teléfono móvil han pasado 30 años y la evolución ha sido increíble. Los más viejos del lugar recordaremos cuando llegó el primer móvil a nuestras manos, podría ser un Nokia, Motorola o Alcatel. Personalmente recuerdo la emoción que sentí al conocer que podía mandar sms en vez de llamar (en aquel entonces sólo se podían mandar si eras de la misma compañía telefónica Movistar, Amena o Airtel), la primera pantalla a color (Siemens S10), el primero con cámara (Nokia 7650) o el pionero en incorporar pantallas táctiles (IBM Simon, a que no os lo esperábais). La verdad es que últimamente, la tecnología implementada se había quedado un poco estancada, las empresas se habían quedado sin ideas, sólo se dedicaban a subir los píxeles por pulgada, aumentar la cantidad de núcleos o mejorar levemente los megapíxeles del objetivo. Por fin parece que se han despertado de su letargo, creando pantallas flexibles e irrompibles, relojes (demasiado dependientes todavía) o gafas inteligentes, entre ellas podemos destacar Google Glass, hay que reconocer que ha sido la liebre que ha animado a despertar el cotarro.
Pero no me quiero quedar ahí, la tecnología tiende a miniaturizarse (exceptuando los phablets, de los cuales pienso que es absurdo si no son flexibles), pero al igual que los demás, Google Glass también es un eslabón, ¿hacia dónde se dirige entonces? No quiero echarme méritos, la idea me surgió cuando tuve el honor de hablar distendidamente con un entendido de la materia, Julián Beltrán, para el que no lo conozca es uno de los «Explorers» en desarrollar para el dispositivo de Google. En la charla salió el tema de la evolución que seguirá la tecnología móvil y sacó el tema de las lentillas con realidad aumentada, tras esa impactante afirmación tuve que informarme sobre el tema y, como bien dijo Julián, es totalmente posible, os comento cómo.
En una lentilla tiene que coexistir distintos dispositivos para hacerla autónoma:
- Módulo de célula solar
- interconectores eléctricos
- Biosensor
- Sensor de lectura y control de circuito
- Batería
- Pantalla Transparente
- Cpu y Gpu
- Telecomunicador y antena
- Circuito de radio
A decir verdad, el mayor problema estaría en incluir una batería a una lentilla, pues la solución la encontramos en tecnlogía que lleva con nosotros ya varios años, hablo de los auriculares invisibles. El funcionamiento es genial, insertas un pequeño audífono en el oído y la batería se encuentra en un emisor colgado del cuello, enviando la energía inalámbricamente, pues la idea básicamente, sería la misma para las lentes de contacto a corto plazo, no obstante, los laboratorios están estudiando como resolver este problema definitivamente añadiendo ua pequeña pila. Así es como se encuentra el prototipo actualmente.
Esta noticia no es nueva, pero para los que compartan mi curiosidad os dejamos un par de vídeos demostrando cómo sería posible tal cosa.
[…] Todo esto se realizaría viendo al frente y no pareceríamos muerto vivientes mirando hacia el móvil, es decir, al suelo. Fijaos por la calle y contad la gente que va con el smartphone en la mano, aunque no lo estén usando, esto será cosa del pasado. Sin embargo, sí que veremos a más gente hablándole a sus gafas, ya sean de Google o no, puesto que sería la forma más cómoda de comunicarnos con ellas, aunque no podemos descartar futuras actualizaciones. Contamos con que las Google Glass son un primer prototipo como lo fue en su tiempo el Motorola en la película “Wall Street“, así que en pocos años años quién sabe el qué lo sustituirá. […]
[…] ya dimos nuestra opinión sobre el cuál podría ser la evolución de Google Glass y parece ser que, viendo las últimas patentes de lentes de contacto inteligentes, van por ahí los […]